lunes, julio 27, 2009



Representa un dato de la realidad completamente verificable que las potencialidades de una persona dependen en buena medida de la confianza real que posea en sí misma. Debo destacar “real”, pues las falsas confianzas pretendidamente autoinducidas a través de repeticiones autohipnóticas de frases asertivas no funcionan.


Para funcionar a full en tareas de gran complejidad requerimos poseer la destreza adquirida de manera tal que podamos actuar como el director de orquesta en donde dirige a los músicos pero la coordinación entre ellos es relativamente inconsciente, como si sintonizaran todos con la melodía que se está desarrollando. Así es como actuamos en tareas complejas, con una parte de atención y de enfoque para dirigir el proceso, pero con una buena parte de nuestros actos desarrollándose en forma inconsciente. Pongo un ejemplo, mientras redacto este artículo soy relativamente consciente de la idea que quiero desarrollar, pero no soy consciente de mis manos tecleando sobre el teclado. Tampoco soy demasiado consciente de la ilación de las frases, aunque cuando alguna puede tomar un rumbo incorrecto lo siento y me corrijo -poseo el sentido estético que me permite sentir si una frase no suena bien al oído o al ojo lector-. Siento como un todo hacia donde me dirijo, aunque no estoy seguro de adonde llegaré.

Así actuamos en la mayoría de las tareas complejas, poseemos una idea general de hacia donde queremos ir y confiamos en que podemos lograrlo, luego nuestro organismo se encarga del resto, coordina nuestras destrezas de manera que se sincronicen como los músicos dirigidos por el director, en realidad cuando estamos coordinados actuamos con ritmo, como si una melodía se desplegara, una melodía que por momentos nos lleva como la corriente de un río lo hace con una barca.

Pero cuando algo nos asusta, cuando nuestros sistemas de alerta entran en acción, se rompe el ritmo, se corta la melodía, y ya no podemos actuar con eficiencia, cuando la confianza no existe. Esta distinción es importante debido a que cuando percibimos peligro y nos ponemos en alerta, si existe la confianza podemos actuar aún con mayor eficacia debido a la presencia de la adrenalina en nuestro sistema, pero si la confianza falta y se activan nuestros sistemas de alerta ocurre la parálisis y no se puede actuar correctamente.

Ahora bien, aquí es necesario destacar que la confianza no constituye un factor separado de la destreza, la confianza es la sensación que poseemos de nuestras capacidades reales. Si una persona no posee las destrezas necesarias para realizar una tarea de nada sirve hacerle creer que puede realizarlas. Es más, infundir falsa confianza conduce a un choque aún más doloroso con la realidad, choque del que será muy difícil salir. Pocas cosas afectan tanto la confianza como fallar donde creemos que no lo haremos.

Pero veamos porqué se toma el tema de la confianza como elemento que puede de alguna manera modificarse de manera de influir sobre el comportamiento de las personas. Una persona puede tener confianza en sí misma pero no disponer de las destrezas que la sostengan, por lo que la conducirá a que el fracaso sea aún más doloroso cuando falle. Ahí es contraproducente infundir confianza. Pero a veces se da el caso de personas con perfil bajo que poseen destrezas claramente verificables, pero que por alguna razón su confianza no se encuentra acompañando la destreza. La confianza es necesaria y debe reflejar nuestras aptitudes reales, debe informarnos de lo que podemos y no podemos hacer de manera que nos permita realizar elecciones y ponderaciones de situación precisas. Pero si ésta no refleja nuestras potencialidades reales entonces es cuando se hace necesario corregirla. Y aquí es donde aparecen los caros sistemas de autoayuda tendientes a elevar la confianza de las personas para que puedan alcanzar el cielo si se lo propusieran. Ningún sistema puede hacer que alguien haga lo que no puede hacer. No hay que elevar la autoestima de las personas, hay que ofrecer las oportunidades de aprendizaje que permitan aumentar las destrezas, pero cuando se posee el talento y la vocación para ello. Cuando se le ofrece a las personas el medio de desarrollar sus potencialidades la confianza vendrá solita al percatarse de sus logros, y a partir de logros reales construir una confianza realista. Un mal trance puede destruir la confianza, esto le ocurre a muchos deportistas que ante un mal desempeño se les destruye la confianza y luego no hay forma de levantarla, por lo que ese deportista no podrá funcionar con todas sus potencialidades a full. No existe halago, no existe nada que se le pueda decir al deportista para levantar su autoestima, salvo enfrentarlo a situaciones que la reparen. Recuerdo el caso de un ajedrecista español, Vallejo, que no podía pasar la barrera de los 2700 Elo -la fuerza de juego de los ajedrecistas se mide en Elo, los grandes campeones del mundo rondan los 2800 Elo-, como si un enorme obstáculo se lo impidiera. Claro, competía en campeonatos de máximo nivel. Un día tuvo una idea para resolver su situación debido a que sospechaba que esto se debía a alguna inhibición o trampa de la mente, decidió entrar a campeonatos de menor jerarquía donde tuviera experiencias de triunfo con más frecuencia. Así sucedió, en esos campeonatos destacó por sobre todos y su confianza aumentó, es más, se acostumbró a la experiencia de ganar. Luego volvió a los campeonatos de alto nivel y en poco tiempo sobrepasó la barrera psicológica de los 2700 Elo.

Este constituye un ejemplo muy ilustrativo de cómo la confianza puede ser dañada y de cómo pueden aparecer obstáculos que sólo son psicológicos. Pero se debe tener en cuenta que lo importante en un primer punto es la potencialidad real y luego la confianza subordinada. Los vendedores de sistemas de autoayuda hacen trampa para ganar dinero, invierten los términos y le hacen creer a las personas que las potencialidades son secundarias y que lo importante es la confianza que podría modificarse y con ella luego aumentar las potencialidades que serían infinitas. No, no son infinitas. A estos vendedores de espejitos de colores les encanta transmitir ideas falsas como las que dicen que sólo empleamos un 10 % de nuestro cerebro, cosa imposible de comprobar hoy. O que los logros requieren de un 9% de inspiración y talento y el resto de transpiración. Una forma de definir el talento es la de poseer la capacidad de realizar tareas complejas sin esfuerzo. Tomen a un Maradona en su mejor momento donde era invencible e inigualable, traten de entrenar a un jugador de menor nivel hasta que alcance un desempeño similar, no podrán. No existe esfuerzo que sustituya el talento. Claro, para algunas tareas no se requiere talento y el esfuerzo puede ayudar. Pretender que alguien siga una carrera para la que no posee talento innato puede conducirlo a un fracaso tan rotundo que su autoconfianza jamás podrá recuperarse. Lo peor de todo es que la pérdida de confianza se transferirá a otros sectores de la vida. Alguien que fracase en el área de su vida que considera más importante -con la que se encuentra identificado- sentirá que es un completo fracaso en toda su vida.

La confianza es indispensable para los grandes logros, pero el talento, el poseer las potencialidades necesarias es imprescindible. Y no puede separarse la confianza de las potencialidades reales como hacen los vendedores de falsas ilusiones.

Cuando se pierde la confianza pero se dispone de las potencialidades, se puede recuperar la confianza como lo hizo el ajedrecista español: enfrentando situaciones con menor dificultad que aumenten las posibilidades de triunfo, y una vez que se reaprende a ganar o a alcanzar lo que se propone, entonces se encontrará espontáneamente en condiciones de enfrentar situaciones más difíciles. Será un mal camino de aprendizaje comenzar con grandes dificultades, es conveniente comenzar con dificultades menores para adquirir experiencia y confianza. Exigir mucho a los niños es un camino equivocado, hay que saber administrar las dificultades. No es con sangre y dolor que se aprende, con sangre y dolor se aprende a sufrir, nada más, y a experimentar desagrado por hacer aquello que provoca dolor.

Destaco al final de este artículo que esos consejos tontos que siempre se dan tratando de animar a las personas cuando han perdido la confianza, no sirven de nada, menos recomendar la reprogramación de las frases interiores por frases de índole positiva del tipo “Yo Puedo”. Estas frases logran el efecto contrario porque chocan contra la imaginación de la persona que no cree que sean ciertas.

Los tontos creen que todo pasa por ser positivos y decirse continuamente “Yo Puedo”. Sin potencialidades esas frases sólo reflejan lo tonto que se puede llegar a ser.

Destaco: REPETIRSE MENTALMENTE FRASES POSITIVAS QUE NO SEAN REALES, QUE NO CONCUERDEN CON LA EXPERIENCIA, NO CONDUCEN A QUE SE CAMBIE EN LA DIRECCIÓN SEÑALADA POR LAS FRASES, SINO QUE PRODUCEN EL EFECTO OPUESTO DE REFORZAR LA CONVICCIÓN DE QUE NO SON CIERTAS.

Como se puede apreciar en la imagen primera, si un gato se cree un león y se enfrenta a un dogo argentino de seguro que el dogo diseñado para matar un puma o cazar jabalíes se lo comerá crudo. La confianza debe ser realista y corresponder con nuestras reales capacidades.


4 comentarios:

  1. Anónimo12:20 a.m.

    Antes que nada muy buen tema, y gracias por esas palabras tan coherentes y sabias.

    sabes yo era un chiquillo de 16 años que estaba en la preparatoria, me sentia muy feliz, podia platicar como quisiera, juguetear como me plazca y hasta entablar una platica espontanea con alguien que ni conocia. Aunque habia gente que siempre queria hacerme sentir mal o me criticaban me parecian un 0 a la izquierda, yo simplemente los ignoraba.

    y derrepente deje la escuela, y me puse a pensar el porque de esas cosas q me decian en la escuela, estare mal con lo que tengo hago y digo??? o sera q simplemente no encajo, me senti cada vez mas inferior a los demas, en el trabajo y con personas que llegaba a conocer esporadicamente en eventos, recordaba los insultos y desprecios que me hacian,y sentia como si estas nuevas personas los estuvieran pensando.

    Siento que llego un momento en el que ya no podia ni sostenerle la mirada a alguien por temor a que me criticaran, creo yo que tenia miedo al exito, yo sabia lo que hacia falta para superarme, pero no me daba el valor.

    Simplemente estaba mas comodo siendo invisible......

    Creo que mi autoconfianza fue dañada no por otros, sino por mi mismo, tanto me mentalise fallando al hacer lo que ya sabia hacer, que simplemtente lo deje.

    GRACIAS por tus palabras de conocimiento que compartes en este BLOG , tal vez sin ellas me seria mas dificil saber como romper estas ataduras.

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  2. Gracias a ti por leerme.

    Suerte!!

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  3. Anónimo12:58 p.m.

    primeramente un cordial saludo, pues de antemano le felicito por este Blog, primera vez que entro y estoy empezando a leerle, lo que leí antes fue de la filosofía que se ah olvidado de la ciencia me pareció también interesante con un profundo análisis del tema que no se debe ignorar tal vez algún día esto pueda enmendarse, aunque como se sabe sin necesidad de estudiar la carrera de filosofía hay personas que toma énfasis de ello pero siempre a la par van de la mano con la ciencia ...

    y ahora me pareció mas interesante este tema de confianza, pues es la realidad no, que hoy en día existe el boom '' los libros de autoayuda'' o conferencias de ''oradores'' pero tiene seguidores.. Aunque como usted dice la verdadera razón de confiar en un mismo es enfrentando situaciones de menor dificultad y mas que todo ello poseer el talento y las verdaderas ganas de hacer ello no por otras razones que pueden llevar al fracaso derrumbado tus sueños y tu confianza..
    Antes de leer este Blog sentía eso pero ahora me doy cuenta que no ahora mas que nunca mi confianza se repondrá en lo que mas me gusta hacer y por temor o porque no significaba nada lo había dejado pero lo volveré a retomar pues tengo talento para eso y lo que me agrada es dibujar, pintar y escribir pues siento la pasión del arte que corroe por mis venas si para mi esta bien no tengo que decaer por terceros pues el mayor logro que uno puede hacer es la satisfaccion que haces lo que realmente sientas y que luego tu puedes tener exito ...

    En verdad gracias siga así con el Blog y ya soy una seguidora att: heidy

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  4. Gracias Heidy!

    Espero que logres lo que te propones en el terreno del arte, ya que proporciona una gran satisfacción el ejercicio de nuestra creatividad.

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