Para ser uno mismo se requiere valor y fortaleza espiritual, porque para ello es necesario, muchas veces, plantarse ante los demás y no ceder a la presión de las expectativas que se han creado en torno nuestro. Muchos no saben hacer esto, no saben decir NO o se sienten culpables al hacer algo cuando lo que han hecho no gusta a los demás o a alguien en particular que posea algún tipo de ascendencia sobre ellos. Temen irritar a otros.
domingo, mayo 05, 2013
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