Muchas veces critico a quienes poseen un exceso de formación teórica la falta de experiencia, carencia que los conduce a un pensar poco realista. Sin embargo, debo destacar un hecho que la experiencia me ha enseñado: quien posee un exceso de formación teórica puede aprender fácilmente la práctica, en cambio, los prácticos con poca formación teórica, no pueden aprender teoría.
La capacidad para abstraer es más difícil de formar que la práctica, tal vez porque resulta difícil aprender una destreza cuya eficacia no se realimenta en el momento. Algunas personas necesitan percibir de inmediato los progresos para poder continuar, en cambio, otras pueden esperar, y estas son las que llegarán más lejos. La capacidad para abstraer es esencial para despegarse de la inmediatez, para posicionarse de manera de poder contemplar los fenómenos y sus relaciones, relaciones que no siempre son evidentes. Tomar distancia para pensar no es una facultad que muchos posean. El desarrollo del pensamiento debe realizarse a partir de la inhibición del movimiento, de la tendencia a actuar. Una crítica frecuente a la enseñanza escolar es la de que obligar a los niños a quedarse quietos por mucho tiempo es nocivo, no se dan cuenta de que es sumamente necesario. Existe como una creencia popular que espera que se pueda educar a los chicos sin someterlos a ningún tipo de frustración. Sin frustración no hay aprendizaje, no se puede aprender sólo jugando, porque lo que se aprende en la escuela tiene los objetivos de capacitar a esos chicos para insertarse en el mundo de los adultos, y en este mundo no predomina el juego, sino que muchas veces predomina el puro esfuerzo y lucha por sobrevivir. Deben existir momentos de esparcimiento para los chicos, juegos, diversión, pero también deben encontrarse momentos donde se les exija concentrarse para aprender.
En mis años asociados a la enseñanza descubrí algo interesante. En mi juventud los chicos al salir del colegio podían ingresar al liceo o a lo que aquí se llamaba Escuela Industrial. En el liceo se proporcionaba una formación general para que el alumno luego pudiera entrar en la preparatoria y de ahí seguir alguna carrera convencional. En la Escuela Industrial, en cambio, se formaba para carreras como Mecánica, Carpintería, Electricista, etc. Carreras orientadas al trabajo cosa que el alumno al finalizarlas pudiera entrar al circuito laboral en forma inmediata. La mayoría de los chicos que elegían esta opción lo hacían porque no querían estudiar, detestaban las materias que los obligaran a pensar o memorizar. Querían ponerse a trabajar enseguida sin tener que formar su mente. Se podría pensar que estos chicos desarrollarían una capacidad de trabajo manual superior a quienes prefirieron cursar el liceo. Bueno, estuve dirigiendo la formación de grupos integrados por egresados del liceo y de la escuela técnica, lo curioso es que los que venían del liceo poseían una capacidad de aprendizaje y entendimiento mucho mayor que los técnicos, esta mayor comprensión los llevaba a que en poco tiempo superaran a los técnicos en todos los aspectos, aún en los estrictamente técnicos.
La formación de la mente posee un beneficio mayor que cualquier otra formación. La capacidad para abstraer y pensar es la más importante porque permite luego formarse en cualquier cosa. Se aprende a aprender. Si la mente entiende luego las manos entienden. La teoría puede llevar a la práctica, pero la práctica no a la teoría. Pero la capacidad para abstraer debe ser formada en la niñez, en la edad adulta es muy difícil que se logre.
Todos los padres deberían querer que sus hijos desarrollen sus mentes al máximo, esto quiere decir que aprendan a abstraer y pensar, también memorizar ya que es una de las capacidades más importantes de nuestra mente. También deberían dejarse de pavadas psicologistas alimentadas por psicólogos que temen que si a un chico se le prohíbe comer un helado podrá sufrir algún tipo de trauma. Pretender proteger a los chicos de la frustración es una de las tendencias psicologistas más perversas de los últimos tiempos. El mundo actual reclama personas que logren entender qué ocurre para saber qué hacer, no necesita sólo manos hábiles, porque probablemente la tecnología las construya mecánicas.
Quiero destacar nuevamente que: la capacidad para abstraer constituye una de las facultades más importantes en estos tiempos tan complejos donde reina la Globalización, posiblemente siempre lo fue, pero hoy es aún más importante. Segundo, que esta capacidad debe ser desarrollada en la niñez, pues luego resulta muy difícil desarrollarla.
En mis años asociados a la enseñanza descubrí algo interesante. En mi juventud los chicos al salir del colegio podían ingresar al liceo o a lo que aquí se llamaba Escuela Industrial. En el liceo se proporcionaba una formación general para que el alumno luego pudiera entrar en la preparatoria y de ahí seguir alguna carrera convencional. En la Escuela Industrial, en cambio, se formaba para carreras como Mecánica, Carpintería, Electricista, etc. Carreras orientadas al trabajo cosa que el alumno al finalizarlas pudiera entrar al circuito laboral en forma inmediata. La mayoría de los chicos que elegían esta opción lo hacían porque no querían estudiar, detestaban las materias que los obligaran a pensar o memorizar. Querían ponerse a trabajar enseguida sin tener que formar su mente. Se podría pensar que estos chicos desarrollarían una capacidad de trabajo manual superior a quienes prefirieron cursar el liceo. Bueno, estuve dirigiendo la formación de grupos integrados por egresados del liceo y de la escuela técnica, lo curioso es que los que venían del liceo poseían una capacidad de aprendizaje y entendimiento mucho mayor que los técnicos, esta mayor comprensión los llevaba a que en poco tiempo superaran a los técnicos en todos los aspectos, aún en los estrictamente técnicos.
La formación de la mente posee un beneficio mayor que cualquier otra formación. La capacidad para abstraer y pensar es la más importante porque permite luego formarse en cualquier cosa. Se aprende a aprender. Si la mente entiende luego las manos entienden. La teoría puede llevar a la práctica, pero la práctica no a la teoría. Pero la capacidad para abstraer debe ser formada en la niñez, en la edad adulta es muy difícil que se logre.
Todos los padres deberían querer que sus hijos desarrollen sus mentes al máximo, esto quiere decir que aprendan a abstraer y pensar, también memorizar ya que es una de las capacidades más importantes de nuestra mente. También deberían dejarse de pavadas psicologistas alimentadas por psicólogos que temen que si a un chico se le prohíbe comer un helado podrá sufrir algún tipo de trauma. Pretender proteger a los chicos de la frustración es una de las tendencias psicologistas más perversas de los últimos tiempos. El mundo actual reclama personas que logren entender qué ocurre para saber qué hacer, no necesita sólo manos hábiles, porque probablemente la tecnología las construya mecánicas.
Quiero destacar nuevamente que: la capacidad para abstraer constituye una de las facultades más importantes en estos tiempos tan complejos donde reina la Globalización, posiblemente siempre lo fue, pero hoy es aún más importante. Segundo, que esta capacidad debe ser desarrollada en la niñez, pues luego resulta muy difícil desarrollarla.
Entonces resulta que si hay que prepararse, estudiar.
ResponderBorrarPractica y estudio teorico van de la mano.
La sola teoria sin ninguna practica no es buena.
Todo es cuestion de encontrar un equilibrio.
Ahora ien existen disciplinas en las que basicamente no se requiere leer un tratado para poder realizarla aceptablmente.
Pero existe otras disciplinas que NECESARIAMENTE requieren el estudio en libros antes de tocar con las manos algun objeto real.
Cuanto mas facil es de hacer la parte practica mas sencilla es la tarea, mas basica.
Cuanto mas preparacion teorica se requiere mas compleja es la tarea.
Ahora existen disciplinas absolutamente teoricas y estas son las mas peligrosas para un estudiante bison#o.
Ahora recuerdo un caballero de esos que no sabian ni dividir, pero era un genio en los negocios, logro acumular cierta cantidad de dinero bastante respetable fabricando brocas.
Fuera del saber de las brocas era una nulidad en cualquier otro tema que no fuera aquello que estuviera relacionado con el funcionamiento de la fabrica que habia montado.
Y cosa curiosa tenian un operario manejando una maquina manual, pero el caallero que la manejaba habia estudido una carrera universitaria pero por miles de circustancias estaba alli, atrapado en esa maquina.
la vida es curiosa, porque dependemos no solo de lo que estudiamos y practicamos, sino de nuestras interrelaciones sociales.
cuanto mas se sabe el arte de agradar a las personas mas exito se tiene.
Sí, el equilibrio es importante, pero si no pudiera contemplarse es preferible volcarse hacia el exceso en la formación abstracta que práctica. Posiblemente porque espontáneamente la gente no abstrae. Es cierto que hay gente que se la pasa cavilando, pero esto no quiere decir que esté pensando realmente, esa cavilación es más una descarga de tensiones que un pensar real. La cosa es que representarnos algo en el espacio de la mente demanda un gran esfuerzo y la gente lo evita,
BorrarTambién ocurre lo que dices, hay gente que tiene talento innato para los negocios y pueden triunfar en un emprendimiento, pero si en algún momento deben cambiar de rubro les puede costar muchísimo.
A veces los estudiantes de carreras como ingeniería y arquitectura -a veces hasta en medicina- se quejan de tener que estudiar materias que jamás aplicarán, sin embargo, cada una de esas materias les abrió la cabeza y le brindó las bases sobre la que construir otros saberes. Hace poco un médico mexicano se quejaba de haber tenido que estudiar matemáticas superiores que nunca aplicó ni va a aplicar. Pero si hubiera querido convertirse en investigador, esa formación le hubiera permitido entender cosas que no podría entender sin esos conocimientos.
La cosa es que si esta formación no se da en los años formativos del individuo, luego ya no hay forma de obtenerla. Es cierto que existen personas que comienzan a estudiar una carrera de adultos y, hasta logran finalizarla, podrán estar muy orgullosos de ello pero jamás serán profesionales reconocidos y dudo que alguien les dé trabajo. Lo hacen para demostrarse algo y está bien, pero debemos ser realistas.