El propósito de la expresión es el de comunicar nuestro mundo interior. Los animales se expresan y se comprenden unos a otros a partir de la expresión de sus rostros y cuerpos, transmiten emociones, intenciones, información, dolor, etc. En algún momento de nuestras vidas tomamos el control sobre este proceso, pero es un control imperfecto, ya que muchos de nuestros movimientos expresivos son involuntarios. El control lo ejercemos luego de captarlos en nosotros mismos cuando se nos presentan tratando de disimularlos. Pero para el ojo entrenado ese micromovimiento jamás se escapa. También captamos al toque el momento posterior de disimulo.
martes, mayo 21, 2013
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