lunes, septiembre 17, 2012



Algunas personas pueden vivir el momento presente sin mayores complicaciones según se vaya dando, otros, en cambio, sólo pueden vivir hacia el futuro según metas y proyectos a largo plazo. Vivir espontáneamente el presente les parece una tremenda pérdida de tiempo. Sólo pueden vivir el momento cuando se presenta como un paso en la realización de los proyectos futuros.

No constituyen formas equivocadas de vivir, pero da la sensación de que son excluyentes. Posiblemente los segundos logren más cosas en la vida y alcancen un mayor sentido de autorrealización. Algunos emprendimientos reclaman un esfuerzo sostenido durante varios años, y sin la capacidad de trabajar hacia el futuro difícilmente las grandes realizaciones serían posibles. La capacidad para comprometerse en un emprendimiento a largo plazo revela una fortaleza de espíritu que quien habitualmente vive sólo el momento no posee. Posiblemente el motivo por el que estas personas sean incapaces de vivir el momento en forma espontánea se deba a que se vuelven muy conscientes de los recursos y del tiempo, el tiempo también es un recurso, y tratan de optimizar al máximo los recursos para sus logros. La persona considerada espontánea no se preocupa por el uso que le da a sus recursos, puede gastar su dinero y tiempo en cualquier cosa que le provoque placer momentáneo. Pero el emprendedor eficaz se vuelve superconsciente de cada recurso y lo emplea de manera de optimizarlo al máximo.

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